Tartas muy futboleras

Quizá por mi profesión, por mi afición o por mis amistades, lo cierto es que si hay una temática que predomina en mis tartas esa es el fútbol. Desde que empecé en este 'mundillo', hace poco más de cinco meses, han sido cinco las tartas que he hecho con motivos futboleros.

La primera de ellas fue para celebrar un cumpleaños. El cumpleañero, Jaime, es culé hasta la médula y su mujer me pidió una tarta con los colores del Barcelona para dársela en una fiesta temática sorpresa (por supuesto, azulgrana). Este fue el resultado:

Añadí una bufanda con el nombre del cumpleañero y rodeé la tarta de chuches, sabiendo que iba a haber niños en la fiesta. Fue un éxito.

Del éxito de esta surgió la segunda. Y si la primera fue del Barcelona, la siguiente tenía que ser del... Real Madrid. Pero esta vez no me pidieron el escudo, sino la camiseta. En concreto, la elástica rosa. Fue una tarta exprés. Aun así, no quedó mal del todo.

Lo dicho, para haberla hecho en poco más de 30 minutos, no está nada mal.

La siguiente me gusta más. Mucho más. Bueno, las siguientes. Las hice a escondidas porque eran para la fiesta sorpresa que le preparé a mi marido por su 30 cumpleaños. Y encima, ni Barcelona ni Madrid: Valencia CF. Decidí optar por el modelo camiseta en lugar del escudo y aproveché para hacerla por delante y por detrás.

Pensé en ponerle en el dorsal el 30, por los años que cumplía, pero opté por poner su número favorito. Las velas las puse aparte, junto con unos balones-vela muy graciosos.

Hay más, sí. Porque la semana pasada hice dos tartas futboleras más. 

La primera, con el formato de camiseta, pero esta vez volví al Barcelona. Me pidieron el número 10, de Messi, y el nombre del cumpleañero, Senent. Y así quedó:

Hice otra, esta vez del Levante UD, para celebrar dos cumpleaños en uno. Y volví al formato escudo. Me resultó muy sencilla de hacer (aunque no de cortar el bizcocho, por la cabeza del murciélago) y quedé muy contenta con el resultado final.

Como veis, el fútbol es lo mío. Es a lo que me dedico profesionalmente (no a jugar, sino a hablar y escribir de ello) y también lo que ocupa gran parte de mi tiempo libre.