Después de ver en las noticias que Valencia tiene dos de las mejores pizzerías de España, apunté ambos locales en mi agenda de pendientes. Y justo el pasado fin de semana pudimos acudir a uno de los dos restaurante, concretamente, a Viva Napoli.
Reservamos en el primer turno, 20:30, el momento de los extranjeros y los niños. Nos atendieron muy bien y muy rápido. A Lucia no le faltaron atenciones: colores y hoja para pintar, su trona y la amabilidad de todas las camareras. Un punto a su favor.
En cuanto a la carta, muy extensa. Así que nos dejamos guiar por impresión. Para picar pedimos mozzarella empanada.
Me recordó a los "fingers de queso" del Fosters Hollywood. Estaba buena.
Como plato principal, la pizza es la protagonista, pese a que también hay platos de pasta. La pizza puede ser individual, de medio metro o de 1 metro.
Nos quedamos con una pizza de medio metro en la que combinamos la Ortolana (tomate, mozzarella, berenjena, pimiento, champiñón, calabacín, parmigiano, albahaca y aceite de oliva) y la Viva Napoli (mozzarella, tomate, tomate cherry, requesón, prosciutto di Parma, parmigiano, albahaca y aceite de oliva).
Estaba buenísima. Masa extrafina y blandita, borde gordito y tierno. No es la típica pizza crujiente. Y eso te obliga, prácticamente, a comerla con cubiertos. Aun así, sinceramente, es de las mejores pizzas que he comido nunca.
Además, como la mitad (de la que yo comí) era de verduras, no resultó nada pesada.
De hecho, nos sobró un hueco para el postre. Elegimos la Crostata de Nutella y Tarta de Queso con frutos del bosque.
La Crostata estaba dulce, muy dulce. No me dijo nada.
En cambio, la tarta de queso estaba muy buena.
En definitiva, si tiene el cartel de "mejor pizzería de España" es por algo. Nos encantó el lugar, las pizzas y el servicio. Cenamos en menos de 1 hora. Y eso, con una nena de dos años, es de agradecer.
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