Además de borrar restaurantes de mi lista, de vez en cuando también me gusta acudir a restaurantes más tradicionales, de esos que vas con la familia al completo y que repites una y otra vez. Y eso es buena señal, es el mejor indicativo de que se come bien.
Ese es el caso del Restaurante Barbacoa de Monserrat. Un local muy espacioso al que acudir (previa reserva, siempre) para comer carne o verduras a la brasa, entre otros manjares.
En nuestro caso siempre pedimos lo mismo como entrantes: ensalada, jamón y queso, y sepia a la plancha.
La ensalada, muy completa. El plato de jamón y queso, correcto. Y la sepia, muy tierna y buena.
En cuanto a principales, esta vez no pedimos el típico embutido, sino chuletas de lechal y un conejo a la brasa.
No sobró nada. Se nota el sabor "braseado" en el punto de la carne, que tanto en el cordero como en el conejo era el correcto.
Acompañamos ambos platos para compartir con dos fuentes de patatas fritas que son, sin duda, de las mejores que he probado.
Además de carne, hay bandejas de verdura a la brasa, arroces y su famosa sopa de fideos.
En cuanto a los postres, recuerdo cuando los típicos eran la naranja y el limón congelado, ¿os acordáis?. También es muy tradicional la tarta de Santiago y la fruta de temporada. No hice fotos, pero pedimos fruta, natillas, tarta de queso...
En definitiva, es un restaurante tradicional, que no se ha preocupado por innovar porque consigue, cada fin d semana, colgar el cartel de completo.
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