Segundo 'showcooking' al que asisto en Come & Calla. Otra vez, se ven las caras dos exconcursantes de la tercera edición de Top Chef. Por una parte, y como es obvio, Alejandro Platero, dueño del local. Enfrente, Luca Rodi.
La dinámica era idéntica al anterior 'showcooking' al que asistí. Así pues, probaríamos tres tapas de cada uno de los chefs y un postre de un invitado 'sorpresa', Paco Roig.
Esta vez, Alejandro nos sorprendió con una ensaladilla con sardinilla deliciosa, un tartar de atún rojo sabroso a más no poder y una tapa caliente formada por un bollo (hecho por Paco Roig) relleno (entre otras cosas, distinguí marisco y morcilla) y una brandada de bacalao y pimiento.
De las tres, sin lugar a dudas, me quedo con esta última. El bollo estaba tierno, jugoso. Y la mezcla de sabores del interior lo hacía aún más especial. La tosta con bacalao y pimiento formaba un complemento perfecto.
En cuanto a las tapas de Luca, comenzamos con una ensalada de jurel, seguimos con un bollo de panceta (o similar) y acabamos con un taco de ragú con cebolla caramelizada. No me convenció ninguna de las tres tapas. Y eso que el taco tenía muy buena pinta, pero la cebolla mataba el sabor de la carne.
Menos mal que todo quedó solucionado con unos buenos postres. Paco Roig nos ofreció cuatro miniaturas que representaban un bombón cereza (que sabía a licor Disaronno), una trufa de coco (que era como tomarse una piña colada), tarta de manzana (en texturas, como a mí me gusta) y un cupcake de calabaza. Estaban todos buenísimos.
Como también lo estaba este último postre, que apareció de la nada. Un bizcocho súper tierno con una sopa de leche merengada, o similar.
En definitiva, pese a que la experiencia para mi paladar no fue tan satisfactoria como la primera, siempre es un privilegio y un placer ver trabajar y emplatar a chefs importantes, como lo son Alejandro Platero y Luca Rodi.
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