martes, 27 de enero de 2015

Casa Vela

Desde un tiempo hacia acá los compañeros de la Sección Fútbol de Superdeporte (donde trabajo) nos juntamos alguna noche para cenar y tomar algo. Intentamos ir cambiando de local, hamburguesería, italiano... Esta vez, tocaba un "español". Se propusieron dos nombres: La Parrilla de Pollos Planes y Casa Vela. Como soy la única mujer del grupo me dejan siempre elegir, así que fuimos a Casa Vela.

No conocía este lugar pero, por lo visto, es un sitio con historia y con encanto. Con diferentes restaurantes por toda la ciudad de Valencia, elegimos el situado en la Avenida Cortes Valencianas, 16. Es más fácil encontrar sitio para aparcar que en el centro de Valencia y, encima, después de cenar tienes muchas alternativas: cafeterías, pubs e, incluso, el casino.

Teníamos mesa reservada en el segundo turno, que comienza a las 22:30 horas. Y pese a nuestro complicado horario llegamos todos a tiempo. A simple vista, sorprenden las cientos de botellas q decoran las paredes del restaurante. Me llama aún más la atención que reconozco muchas de ellas. En la carta, de todo un poco, aunque predomina el jamón y el embutido.



Decidimos pedir unos platos para el centro y, después, uno principal por persona. Nos decantamos por un surtido de ibéricos y queso grande, un fundido Vela (queso fundido, tomáte, orégano y salsa mery) y un revuelto de patatas con embutido. Me sorprendió la cazuela de fundido, porque con ingredientes básicos logran un gran plato (aunque, quizá, con demasiado aceite). El revuelto, correcto. Y el surtido de ibéricos (que no probé) lo vi algo escaso en quesos:



En cuanto a los platos principales, la mayoría de los comensales se decidió por el entrecot. Yo preferí una hamburguesa básica (con lechuga, tomate, cebolla y patatas fritas) a la que le quité la cebolla y le añadí berenjena a la plancha. Estaba deliciosa, pero demasiado grande para mi gusto. No pude con ella. De hecho, me dejé las patatas fritas, que son una de mis debilidades. El entrecot, por su parte, tenía muy buena pinta, la verdad.


En definitiva, un buen restaurante para reunirte con amigos y familiares. Y ya que mi cena fue futbolera os digo que, en la clasificación de la Liga, Casa Vela sería como un equipo que lucha por entrar en puestos europeos.

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