Había estado en Alqueria del Brosquil y Alqueria del Pou. Solo me faltaba por visitar el tercer restaurante de la saga: Alqueria de la Mar. Y ahí hemos estado este viernes.
Comida tradicional valenciana y de calidad. Eso es lo que podemos encontrar en las "alquerías". Su especialidad son los arroces, aunque hay más donde elegir. De hecho, esta vez no hubo arroz. Ni seco ni meloso.
Para picar nos decantamos por los famosos blanquets, que son tortitas de pescadito y que está buenísimas. A parte de ser enormes, están crujientes por fuera y tiernas por dentro. ¡Ah! Y no muy aceitosa.
El calamar entero a la plancha estaba más que bueno, pese a no ser de un tamaño exageradamente grande.
En cuanto al plato principal, pedimos un "suc de rap" (guiso marinero de rape) para compartir: patata, almejas, calamar, gambas, cigalas y, por supuesto, rape. Todo ello bañado en un caldo con un sabor intenso aunque no demasiado pesado.
De postre yo escogí la tarta de queso con arándanos. Deliciosa.
Con los cafés, nos sirvieron chupitos de mistela y coca de llanda. Un detalle que se agradece.
Desde luego, como el resto de "alquerías" la de la Mar no defrauda.